Entre ellos, figuran el astillero de Mitsubishi y la mina de carbon de Hashima en que mas de 57 mil coreanos murieron al cabo del trabajo forzoso.

Tales actos de los nipones devienen el insulto y burla a la civilizacion de la humanidad.

Comienza asi el diario Rodong Sinmun en un comentario individual divulgado el dia 20 y prosigue:

Sin embargo, los reaccionarios japoneses se portan cinicamente diciendo que ellos mismos actuan segun el consejo del organo consultivo de UNESCO y el caso no tiene que ver con el trabajo forzado.

La conducta de Japon es un eslabon de las maniobras descaradas para tergiversar y negar la historia de su pasado y embellecer los crimenes antieticos de gran tamano cometidos por el imperialismo japones.

En el ano pasado tambien, Japon presento la solicitud exigiendo registrar como patrimonio cultural del mundo el testamento, la carta y otros de un miembro de Kamikaze (comando suicida de Japon durante la segunda guerra mundial) que estaban guardados en una casa del departamento Kagoshima.

De esta manera, los reaccionarios japoneses tratan de ocultar las huellas criminales del trabajo forzoso y la masacre y desviar la atencion publica interior y exterior que urge la liquidacion de los crimines pasados.

Los reaccionarios japoneses nunca ocultaran su proposito para inculcar el veneno del militarismo a todos los japoneses camuflando con "patrimonios culturales" los hechos sobre la agresion y los crimenes.