Yuichishi, capturado en aquel tiempo por las tropas norteamericanas como un miembro del ex ejercito japones emplazado en el frente de Myanmar, confeso en la interrogacion que todas las 'consoladoras' para el ejercito japones son las coreanas y si ellas se hubieran enviado a la zona de combate, habrian muerto por los soldados japoneses avidos de vida sexual".

De esta manera se revelo otra vez a todo el mundo el verdadero aspecto del crimen de esclavitud sexual del ex ejercito japones.

Asi adelanta el periodico Minju Joson en un comentario individual difundido el dia 10 y continua:

Japon convirtio a mas de 200 mil coreanas en las esclavas sexuales poniendo en funcionamiento la autoridad del gobierno y la militar y les impuso innumerables sufrimientos espirituales y fisicos. Tal crimen de esclavitud sexual del viejo ejercito japones es el antietico de gran tamano sin precedente en la historia de la humanidad.

A pesar de esto, Japon niega el mismo crimen de esclavitud sexual diciendo que no hay pruebas correctas para comprobarlo.

Asi pone al desnudo por si mismo su propia bajeza moral.

El crimen antietico de gran tamano cometido por el viejo ejercito japones nunca desaparecera aunque lo niegue y transcurra el tiempo.

Japon debe conocer exactamente que la disculpa y la indemnizacion por el respecto son el inevitable deber juridico y moral.