La patria madre ofrecio agua vivificadora a mi caidos en el abismo por culpa mia.

Me quede atonita cuando los funcionarios concernientes me recibieron calurosamente en el aeropuerto, porque no tenia el derecho a replicar aunque me pusieran esposas.

Por la noche de ese dia, contemplando el cielo nocturno de Pyongyang pense mucho en que es tan afectuosa y generosa la patria y que no tenia otra palabra aunque me muriera ahora mismo.

Hasta entonces no imagine cuan grandioso amor y benevolencia me esperaban a mi.

Sin reprochar de mi pasado lleno de crimenes, el Maximo Dirigente Kim Jong Un me ofrecio inmenso amor y favor.

Tomo medidas para que yo viviera en Pyongyang junto con mi hijo que trabaja de profesor en el Conservatorio Kim Won Gyun de Pyongyang.

Soy una criminal ingrata que habia abandonado la patria para buscar una vida mas rica cuando otros se empenaban por construir un Estado prospero apretando el cinturon.

Para dar saludo de agradecimiento al Maximo Dirigente, quien me dio renacimiento, fui a las estatuas de bronce del Presidente Kim Il Sung y el Dirigente Kim Jong Il erguidas en la colina Mansu.

Hice penitencia sobre mi pasado y tome la firme decision de apoyar con sinceridad al Maximo Dirigente.

No existe en este mundo el gran hombre como el Maximo Dirigente.

Gracias a el igual a los grandes Generalisimos yo naci otra vez.