Hoy dia, el prolongado estado de armisticio en la Peninsula Coreana, que no tiene precedentes en la historia mundial de treguas, es la bomba de tiempo a punto de explotar que amenaza a toda hora la seguridad regional de Asia oriental y el resto de Asia y el Pacifico.

La firma del convenio de paz es el primer paso para asegurar el ambiente pacifico de esa peninsula.

Esto no es un problema desvinculado con la desnuclearizacion de esa area.

Si se resuelve ese problema, seran solucionados automaticamente los otros asuntos que garantizaran el proceso de paz de la Peninsula Coreana.

Anteriormente, se realizaron durante 6 anos en medio de vicisitudes una serie de debates incluyendo las conversaciones a 6 bandas para la desnuclearizacion de la Peninsula Coreana.

Pero, esas negociaciones resultaron fracasadas repetidamente. Esto demuestra que la causa del fracaso no reside en el orden de solucion de los problemas sino en no haber solucionado correctamente el problema causal.

Crear la confianza y acelerar mas la desnuclearizacion constituye la posicion de la Republica Popular Democratica de Corea y el proposito principal con que ella propuso la firma del convenio de paz.

Esta suscripcion es el comienzo de la creacion de confianza y servira de motivo para eliminar la desconfianza y establecer las relaciones de respeto mutuo e igualdad entre la RPDC y EE.UU. en el curso de esa labor.

El aseguramiento de la confianza constituye la causa fundamental de la sustitucion del Acuerdo de Armisticio de Corea por el de paz.

EE.UU. debe cumplir con toda su responsabilidad historica en la preservacion de la paz en la Peninsula Coreana.

Hasta ahora, EE.UU. vino entrometiendose en el problema coreano como responsable directo de la firma del acuerdo mencionado y ejerciendo el control militar sobre el Sur de Corea.

Nadie puede tomar el lugar de EE.UU. en reemplazar el Acuerdo de Armisticio por el de paz.

EE.UU. habia expresado ya en varias veces su posicion oficial de no amenazar ni agredir militarmente a la RPDC y manifestado su voluntad de firmar el convenio de paz.

Si EE.UU. tiene de veras la voluntad de coexistir en paz con la RPDC y desea la paz de la Peninsula Coreana, no habria ninguna razon ni condicion que le impidan proceder a la firma del convenio de paz.

La RPDC contribuye muchisima importancia a la firma de tal documento.

Esto parte de la posicion de principios del gobierno de la RPDC de resolver satisfactoriamente todos los problemas surgidos en las relaciones con EE.UU., inclusive la desnuclearizacion, y procurar la firme garantia de la paz y la seguridad de la Peninsula Coreana y el resto del mundo mediante la concertacion de dicho convenio.

Este asunto sera solucionado sin complicaciones cuando EE.UU. valore correctamente la situacion cambiada y la corriente del desarrollo de la historia y tenga la voluntad politica de cambiar con audacia su politica sobre la RPDC conforme a sus intereses nacionales y a la aspiracion de los pueblos del mundo amantes de la paz.

Resolver satisfactoriamente o no el mismo asunto tambien depende de la actitud de los paises interesados.

Defender la paz y la estabilidad de la Peninsula Coreana conviene al interes comun de los paises interesados y todos los paises de la region de Asia y el Pacifico.

La firma del convenio de paz no es un problema por el cual una parte beneficia o paga a la otra sino una cuestion politica que resulta provechosa tanto para ambas partes: la RPDC y EE.UU. como para toda la sociedad internacional y contribuye sustancialmente al desarrollo de la paz mundial.

La actitud y la posicion al respecto seran la pauta que distinguira quien desea o no la paz duradera de la Peninsula Coreana y el resto de Asia y el Pacifico.

EE.UU. debe tomar lo mas pronto posible la valiente decision de cambiar el Acuerdo de Armisticio de Corea por el de paz viendo correctamente la corriente de la historia y la tendencia de desenvolvimiento de la situacion de hoy.