Los militaristas japoneses describen las guerras de agresion del pasado como las de "liberacion" y por la "independencia y prosperidad" de los paises asiaticos.

De mal en peor, disparatan sin escrupulos que la agresion del imperialismo japones a Corea fue "legal" en aquel entonces y sirvio de "ayuda" a la modernizacion de Corea.

Lo mas grave del caso es que tal erroneo punto de vista y modo de pensar se reflejan integramente en los nuevos manuales de la historia.

Para colmo, ellos insisten en que el juicio militar internacional del Extremo Oriente, abierto para tratar los crimenes de guerra del imperialismo japones, fue "ilegal porque tuvo lugar cuando Japon estaba ocupado" y por lo tanto, los cabecillas de los criminales de guerra "no son culpables".

Todos los crimenes de tergiversacion de la historia se cometen ahora en Japon bajo la intervencion, la tolerancia tacita y el amparo del gobierno, he aqui la gravedad del caso.

La tergiversacion de la historia criminal entrana la ambicion terrible de los reaccionarios japoneses de repetir los crimenes del pasado alabando el militarismo.

En su intento de emprender el camino de agresion a ultramar, ellos aumentan las fuerzas armadas agresoras, recuperan los derechos a la beligerancia y a la participacion en la guerra y libran freneticamente el ejercicio de guerra. Es precisamente la tergiversacion de la historia el sosten ideo-espiritual de tales maniobras.

Pero, esta estupidez les adelantara su propia destruccion.

La historia no se borra ni se cambia por mucho que alguien trate de negarla.