La visita de los reaccionarios japoneses a ese lugar deviene una burla a la conciencia de la humanidad y un insulto a los pueblos de los paises victimas de la guerra.

Asi senala el diario Rodong Sinmun en un comentario individual difundido este martes y continua:

Detras de esa marana esta el peligroso intento de negar y tergiversar su historia de agresion del pasado, describirla como la "justa" y crear el ambiente social favorable a la nueva agresion.

Los reaccionarios japoneses conservan en ese santuario las tablillas y listas de los muertos en las guerras de agresion del pasado para "rendirles el culto", de modo que los habitantes piensen que los criminales de guerra "murieron honrosamente mientras realizaban trabajos utiles".

Es natural que si el pueblo japones toma tal conciencia, no se sienta culpable de su historia de agresiones del pasado y cultive la peligrosa idea de defenderla y repetirla.

A la larga, las nuevas generaciones de Japon consideraran la agresion a ultramar como "accion sagrada" y abrigaran la loca ilusion de jugar importante papel en ese crimen.

A medida que se tornan mas frecuentes las visitas de los reaccionarios japoneses al "Santuario Yasukuni", se aceleran en Japon la conversion en una potencia militar y el paso al sistema para el tiempo de guerra, basados en la idea militarista, y se despliegan freneticamente las maniobras belicas para la agresion con denso olor a la polvora.

Ellos hablan de la inexistente "amenaza militar" de la RPDC para inculcar en los habitantes japoneses la conciencia hostil a la RPDC y actuan con frenesi para provocar el conflicto militar contra ella.

La insistencia en el "derecho de posesion" del islote Tok, la perversa campana de sancion contra la RPDC, el disparate de ataque preventivo y otros son la manifestacion de las desenfrenadas y alarmantes pretensiones de las fuerzas militaristas japonesas de agredir de nuevo a Corea.

Los reaccionarios japoneses deben poner fin a su alboroto militarista justipreciando la corriente de la epoca.