Segun el documento, el clan de Aso se incorporo activamente en las maniobras de las fuerzas agresoras imperialistas de Japon tendentes a convertir Corea en una base de abastecimiento y trampolin militar para la agresion al continente asiatico y se puso en la delantera en explotar al pueblo coreano y saquear los abundantes recursos naturales de Corea.

El bisabuelo del actual premier japones, Takichi Aso, considerado como fundador del "Grupo Aso", gano fabulosas sumas mediante la explotacion de la cuenca carbonifera Jikuho de la zona de Kyushu cuando habia crecido bruscamente la demanda de carbon necesario al aseguramiento de los materiales belicos para la agresion, y extendio poco a poco sus garras a las ramas ferroviaria y financiera.

Desde el principio de la decada de 1920 hasta la derrota del imperialismo japones en la Segunda Guerra Mundial, los Asos sometieron a los trabajos de esclavitud a numerosos coreanos arrastrados a las minas de carbon de su propiedad.

Desde otono de 1939 hasta 1941, el numero de los coreanos trasladados en contra de su voluntad a las minas de carbon de Japon superan 58 mil y mas de 21 mil de ellos se asentaron en la region de Jikuho del departamento de Fukuoka donde estaban concentrados las "Minas Carboniferas Aso".

En el periodo 1939-1945, la cifra de tales coreanos llego a mas de 150 mil.

En contubernio con el gobierno japones de entonces, la Compania Minera Aso S. A. llevo a los coreanos a las "Minas Carboniferas Aso" a partir de los principios de la decada de 1920 seduciendolos con la propaganda de "contratacion" de varios tipos.

Despues de la promulgacion de la "ley de movilizacion general del Estado", les arresto y secuestro por la fuerza por conceptos de la "mediacion del gobierno", el "reclutamiento", etc.

Una lamina sobre el arresto forzado de los coreanos fue adjuntada en el documento: "Secreto absoluto, la tabla de los trabajadores coreanos inmigrados en marzo de 1944, Seccion especial de la policia secreta", el cual fue catalogado en el archivo del gobierno del departamento de Fukuoka.

Segun ella, en ese departamento fueron las "Minas Carboniferas Aso" donde estaban concentrados el mayor numero de los jovenes y adultos coreanos. Especificamente, de 7 mil 996 en total, se dieron a la fuga 4 mil 919 y murieron 56.

Pese a esta realidad, el gobierno y las empresas de Japon no reconocen ni liquidan hasta hoy ese crimen del pasado.

Al contrario, lo niegan y lo justifican recrudeciendo sus maniobras para resucitar el militarismo y satisfacer su ambicion expansionista a ultramar.

Al frente de esta campana, esta precisamente el actual premier Taro Aso.

El problema de la liquidacion del pasado criminal de Japon constituye lo esencial de las relaciones RPDC-Japon.

Es decir, ese pais isleno debe pedir disculpas por todas las perdidas humanas, espirituales y materiales en detrimento del pueblo coreano y recompensarlas cabalmente.

El premier Aso, el gobierno y las empresas de Japon deben investigar y publicar con toda claridad los verdaderos aspectos de todos esos crimenes antieticos, pedir disculpas e indemnizar cabalmente a las victimas y sus familiares.

Ademas, tienen que hallar los restos mortales de todos los fallecidos coreanos y enterrarlos en sus tierras natales y los lugares donde habitan sus familiares segun el deseo de estos.

Por ultimo, hay que buscar a los criminales involucrados en el caso y castigarlos severamente acorde a sus responsabilidades.

Aso debe tomar, antes de que se haga tarde, la decision politica para resolver este problema.