Asi senala el periodico Rodong Sinmun en un articulo individual del dia 13 y continua:

La primera causa de los litigios reside en la injusta idea y politica de los imperialistas y dominacionistas que persiguen solo sus intereses despreciando a otros paises y naciones y perjudicando los intereses de estos.

En los ultimos anos, en los paises, que dependian de las potencias occidentales y aceptaron la injusta demanda de estas, fue creada una grave situacion matizada por las contradicciones y conflictos ensangrentados entre las sectas partidistas y religiosas.

La realidad ensena a los pueblos en litigios la leccion de que para solucionarlos, no deben apoyarse en las potencias occidentales sino buscar entre las partes responsables los principios y metodos correctos.

No se debe permitir que fueran escuchadas solo las voces de algunas fuerzas privilegiadas y despreciadas las demandas de las partes involucradas en el litigio. En particular, hay que impedir la imprudente sancion y la intervencion con las fuerzas armadas.

Algunas fuerzas tratan de gestionar a sus caprichos los litigios considerandolos como oportunidad para satisfacer sus intereses.

Hasta la fecha, no fueron pocos los casos de que el Consejo de Seguridad de la ONU fue utilizado para los intereses de unos Estados privilegiados a la hora de abordar los litigios internacionales.

Como resultado, fueron despreciados los reconocidos principios importantes de las relaciones internacionales, incluyendo el respeto a la soberania y la no intervencion en los asuntos internos.

Bajo el pretexto de la "solucion de litigios", se reportaron casos anormales como la aplicacion de la sancion y la presion contra los Estados soberanos y el tratamiento frecuente de los problemas que estan fuera de la autoridad del Consejo de Seguridad.

Este organismo debe cumplir satisfactoriamente su funcion y papel como organo responsable de la ONU, a cargo de garantizar realmente la paz y seguridad internacionales y la solucion de los conflictos, y no debe utilizarse como aparato para legalizar la realizacion de los intereses estrategicos de unos Estados privilegiados.

Hay que rechazar consecuentemente las medidas coercitivas como la sancion y el uso de las fuerzas armadas, que producen solo el empeoramiento de los litigios.

Para este fin, es necesario establecer un regimen en que las resoluciones del CS tengan vigencia solo con la aprobacion de la Asamblea General.